domingo, 23 de enero de 2011

Regresión a vidas pasadas.-



El uso de la hipnosis para recuperar recuerdos de presuntas vidas pasadas proyecta una controversia religiosa al campo de las ciencias humanas. Y, lejos de resolver presuntos traumas, las regresiones facilitan un peligro latente: crear memorias falsas en la mente de pacientes sugestionables.

Siglos atrás, la reencarnación era, sobre todo, una creencia que legitimaba el sistema de castas imperante en sociedades como la India, Tíbet o Nepal, donde para progresar cabe el consuelo de encarnar en un sujeto más afortunado. A fines del Siglo XXI, luego de un gradual proceso de transculturización, en Occidente cada vez hay más gente dispuesta a aceptarla. No sólo eso: también se fue integrando en la cultura moderna convirtiéndola en base de nuevas psicoterapias. Algunas de ellas trasladan mecánicamente artículos de fe, como la ley del karma (a toda causa le sigue un efecto), para desarrollar terapias dirigidas a la cura de traumas psicológicos mediante la hipnoterapia, la visualización orientada de imágenes, el rebirthing o el grito primal aplicados a la regresión del paciente a presuntas vidas anteriores.

DIME QUIEN FUISTE Y TE DIRE...
La creencia según la cual existe una esencia humana que trasciende el grosero lastre que supone el cuerpo material, se encuentra firmemente implantada en sociedades varias veces milenarias, como las asiáticas, australianas o africanas. Este sistema de creencias dio sustento a nuevas doctrinas (casi todas basadas en el hinduismo de inspiración védica) para las cuales el alma, el espíritu o el cuerpo sutil del hombre transmigra de cuerpo en cuerpo a lo largo de sucesivos ciclos de existencia, a fin de cumplir un propósito superior, habitualmente relacionado con la evolución de la conciencia hacia un ideal de perfección.
Hasta no hace mucho -digamos, unos doscientos años- la reencarnación o metempsicosis era una creencia extraña a Occidente. Barajada en tiempos pre-cristianos por filósofos griegos como Empédocles o Platón, recién reaparece en un texto revelado donde la técnica utilizada guarda una sugestiva similitud con la que usan los modernos terapeutas de vidas pasadas. En "El Libro de los Espíritus", compilado en 1856 por Allan Kardec, el fundador del espiritismo reivindica la reencarnación en una serie de pasajes canalizados por la médium Celina Japhet con la ayuda de un hipnotizador, el mesmerista M. Roustan. Ya por entonces, la hipnosis era la garantía científica del procedimiento mediante el cual iba a legitimarse la creencia que recomienda no pisar aquel caracolito, que puede ser la difunta tía Ofelia.

MEMORIAS OCULTAS
En 1870, la controversia renace con el movimiento teosófico fundado por Madame Helena Blavatski, y no salta el cerco de los círculos religiosos y esotéricos occidentales sino hasta 1956, año en que Morey Berstein publica "En Busca de Bridley Murphy". Ese libro transcribe el relato bajo hipnosis de Virginia Thige, un ama de casa que recordó haber sido, precisamente, Bridley Murphy, nacida en Irlanda en 1778. La obra vendió más de un millón de ejemplares y se tradujo a cinco idiomas; se filmó una película y se grabó un disco. Para muchos, el caso se convirtió en una prueba contundente en favor de la reencarnación. A lo largo de seis sesiones, Virginia evocó detallados recuerdos de personas, lugares y situaciones "que ella -según Berstein- no podría haber fraguado ni fabulado".

El lío se armó cuando los inquietos cronistas del diario Chicago American decidieron no esperar hasta su próxima encarnación para averiguar la verdad y trataron de verificar si la mujer no pudo haber abrevado en recuerdos de su vida actual. Pronto supieron que Virginia, en la escuela secundaria, había sido una brillante alumna de teatro, habiendo memorizado varios monólogos, que recitaba con un fuerte acento irlandés. Pero todo esto es nada comparado con lo que descubrieron al visitar la casa donde vivió en su adolescencia: una vecina, quien solía contarle cuentos de su país, era irlandesa y ésta tenía una mucama que se llamaba... Bridley Murphy.

Con todo, no existía evidencia de que el relato de Virginia Thige hubiera sido un fraude deliberado o una fabulación corriente. ¿Cómo explicar, entonces, la riqueza de sus narraciones, que parecían transmitir un conocimiento genuino de experiencias del pasado? En su libro Hidden memories (Memorias ocultas), el psicólogo Robert Baker cita la regresión de la Thige como un fascinante ejemplo de criptomnesia (neologismo formado por las palabras griegas kryptos, escondido, y mnem‚ memoria). "La criptomnesia es un fenómeno psicológico muy común, que experimentamos al descubrir un recuerdo que resulta difícil o imposible de rastrear hasta su origen. Todo el tiempo el cerebro almacena información sin saber cómo, cuándo y dónde fue obtenida. Esas ideas parecen nuevas y originales pero, en realidad, son recuerdos de cosas que la persona olvidó que sabía", escribe Baker.

RECUERDOS DEL PRESENTE
Para Baker, el sujeto en un contexto hipnótico nunca revive sino que recrea memorias extrañas. Por el mismo motivo, éstas parecen ajenas a su vida, empezando para el propio protagonista. "Nuestra mente -continúa- reconstruye, reordena y altera los recuerdos archivados. El recuerdo nunca es preciso. Cuando no podemos recordar detalles específicos de algo, tenemos un bache por cubrir y lo hacemos con cosas que no ocurrieron como las imaginamos". Baker recuerda que las personas sanas y normales que tienden a confundir hechos con ficción son las más predispuestas a la confabulación. "Cuando la expectativa del hipnotizado se entremezcla con sugestiones provistas por el hipnotizador, no debe sorprender que el recuerdo resultante no guarde relación con la verdad. De hecho, el regresado a menudo no sabe cuál es la verdad".

Durante esas presuntas "regresiones", algunos pacientes declaran revivir su niñez y llegan a dar, incluso, detalles específicos de su vida intrauterina. Sin embargo, un estudio del especialista Nicholas Spanos demostró que el hipnotizado no se comporta como el niño que fue sino como imagina que se desempeñaría un niño de cierta edad. "Esto es así -amplió el biofísico Fernando Saraví - porque los regresados tienden a sobrestimar las capacidades intelectuales y las habilidades de los niños". El estudioso otorga poco crédito a la posibilidad de rememorar vivencias de la etapa fetal: "La inmadurez neurológica de los bebés antes de nacer impide conservar y mucho menos interpretar recuerdos". Saraví no hizo otra cosa que expresar lo mismo que sugiere el sentido común, pero cuánto se agradece el sentido común cuando es fundamentado con argumentos científicos.

QUE UNA VIDA TE ALCANCE
Brian Weiss, psiquiatra en el Hospital Monte Sinaí, es acaso el autor más conocido de cuantos avalan el uso de la hipnosis para disolver traumas, fobias y sufrimientos originados en presuntas existencias pasadas. En su libro "Muchas vidas, muchos sabios" (1984) cuenta sus encuentros con Catherine, seudónimo de una enfermera que recordó precisos detalles su vida en Egipto y canalizó a maestros espirituales que le revelaron a Weiss la existencia de "otros planos de existencia". El psiquiatra duplicó el récord de Berstein: en sus primeras ediciones el libro vendió dos millones de copias y se publicó en 22 idiomas. Weiss es un firme defensor de la hipótesis de que todos somos capaces de conectarnos con una suerte de memoria extracerebral.

Un investigador que trató de obtener pruebas sistemáticas de la existencia de memorias de supuestas vidas anteriores fue el profesor Ian Stevenson, de la Universidad de Virginia. Stevenson presentó el caso de personas que bajo hipnosis hablaban en alemán o sueco, idiomas que nunca habrían tenido oportunidad de aprender. Pero una revisión posterior, a cargo de la profesora de lingüística Sarah Thomason, consideró que Stevenson había exagerado las presuntas capacidades de los regresados. "Los sujetos -escribió- responden con monosílabos, no conversan normalmente y faltan por completo la estructuración normal, la fluidez en la expresión y la coherencia en las respuestas".

El don de hablar en lenguas desconocidas, o xenoglosia, fue vivído en carne propia por el psicólogo argentino Carlos Bautista, un profesional que aplica hipnosis para recuperar lo que llama "recuerdos anómalos". Para él, la existencia de estos recuerdos no implica, necesariamente, estar a favor de la reencarnación. "Hace dos años, durante una experiencia regresiva guiada, hablé en una lengua africana. Luego descubrí que aquello había sido consecuencia de mis lecturas adolescentes". Para Bautista, los pacientes no hablan de otras vidas sino que tienden a dejarse llevar por las expectativas del hipnotizador. "La interrelación neutraliza la capacidad reflexiva e introspectiva del paciente; si son operados bajo hipnosis y complacen el deseo del hipnotizador a límites inauditos, ¿cómo éste no va a lograr construir una vida previa?".

Bautista aclara que sólo concede la experiencia a quienes llegan a su consultorio con un gran dolor y se lo piden expresamente. "Para que esa experiencia espiritual sea positiva y sirva como patrón compensatorio, hay que conocer al sujeto, su contexto y respetar sus interacciones". En Buenos Aires -continúa- sólo hay un puñado de médicos y psicólogos capacitados para trabajar con hipnosis regresiva. "Pero existen cientos de terapeutas que, sin ser profesionales, vieron el negocio. En manos inexpertas, el intento por obtener relatos reprimidos puede ser catastrófico".

LOS NUEVOS MONSTRUOS
Desde 1990, los Estados Unidos vivió una epidemia de controversias judiciales a raíz de las denuncias de hijos que acusaban a padres, tíos o abuelos de haber sido víctimas de sus abusos sexuales en la infancia. Aquella experiencia habría sido obliterada de su memoria, para recién ser liberada por medio de alguna psicoterapia, especialmente bajo hipnosis. La falta de evidencia corroborativa llevó a que muchos sospecharan de la realidad de estos traumas y a pensar que habían sido creaciones impuestas en sus mentes. La presión de centenares de familias arruinadas llevó a que un grupo de psicólogos, psiquiatras y sociólogos formaran la Fundación Síndrome Falsa Memoria, desde donde plantean la incompetencia con la que se ha usado la hipnosis para tratar sufrimientos mentales y el riesgo que entraña administrarla en pacientes sugestionables.

En 1994, Spanos publicó un estudio donde compara las terapias de regresión a vidas pasadas, los secuestros por extraterrestres y las acusaciones de abuso en rituales satánicos. En su trabajo, titulado La reconstrucción social de la memoria, llega a la siguiente conclusión: "Las personas que viven estas experiencias fantasean bajo hipnosis escenarios complejos enteros con la asistencia de procedimientos hipnóticos o entrevistas estructuradas que acaban por legitimar como memorias reales sucesos que son producto de su imaginación". Para Spanos, la hipnosis no solo no mejora la exactitud de la memoria sino que las sugerencias del hipnólogo pueden producir un considerable deterioro en los recuerdos más seguros. "La gente organiza sus recuerdos de una forma que tiene sentido para su situación actual y son congruentes con sus expectativas actuales", escribe Spanos. Las terapias de regresión, entonces, no despiertan el recuerdo de vidas anteriores sino que consolidan las creencias anteriores del paciente: el regresado se limita a reelaborar la información estereotipada que almacena en su memoria.

Robert Baker, en un estudio sobre 60 voluntarios, demostró que los "regresados exitosos" tienden a fantasear y a soñar despiertos con más frecuencia que los no creyentes. En general, es más probable hacer regresar a una vida anterior a quienes creen en la reencarnación o la admiten como una posibilidad, que a quienes rechacen tal creencia. Esta selectividad -llena de sugerencias para los escépticos- no convence a los creyentes: para ellos, es natural que el premio de creer en la reencarnación sea precisamente recordar quiénes fuimos en otra vida.

Para Spanos, las regresiones a vidas pasadas son "fantasías organizadas alrededor de sistemas de creencia convalidadas por una fuente de autoridad externa". Las rápidas conclusiones de especialistas que enseguida creen descubrir ciertos síntomas, las etiquetas del contexto social, las sugerencias hipnóticas y la propia propensión a la fantasía, contribuyen a la creación de un relato más o menos coherente que sólo es posible gracias a la legitimidad social que ha alcanzado la creencia.
Viajar a una vidas pasada en menos de una hora de sesión, la exhumación de recuerdos de abusos sexuales que nunca existieron en forma conciente o la recuperación de experiencias de rapto extraterrestre, en fin, ponen a los psicoterapeutas de la Nueva Era en una encrucijada: autorizar y contribuir a la construcción de nuevas mitologías o empezar a comprenderlas.
Un asunto que no conviene dejar pendiente para la próxima encarnación.

Terapia de regresión

La Terapia de Regresión o terapia de vidas pasadas es una herramienta de la hipnosis, la cual permite que el paciente recuerde y reviva situaciones, vivencias, traumas olvidados de tiempos pasados de la vida o de "vidas anteriores" que se encuentran guardados en el inconsciente.
Tener el acceso a estos niveles inconscientes, puede realizarse de diferentes maneras como son: la relajación, autoconciencia, hipnosis, meditación, yoga, tai chi etc.
Con la Terapia de Regresión, es fácil comprenden los puntos u orígenes de los conflictivos de la personalidad o las inconformidades, que en lo cotidiano se presentan como: obsesiones, fobias, miedos, trastornos de carácter, síntomas psicosomáticos, problemas de sueño, desordenes alimenticios, etc.  
Existen teorías sobre la terapia de regresión, las cuales dicen o afirman la existencia de la reencarnación. Mientras que otros especialistas defienden la teoría de que la aparición de los problemas y conflictos que dejan una huella energética que se puede seguir desde el inconsciente y desestiman la existencia de la reencarnación.

De una u otra manera, la regresión es una experiencia única e intransferible que ayuda radicalmente a solucionar conflictos psicológicos, emocionales y ayuda también a los trastornos de tipo médico, de una manera más rápida y efectiva que la terapia psicológica convencional o el psicoanálisis.

Regresión a vidas pasadas y visión futura



 ¿Que es una regresión a vidas pasadas y como se relaciona con la sanación?

 En sus orígenes usted empezó una emocionante y romántica aventura y se le llamo vida. Las regresiones a vidas pasadas son viajes esclarecedores a través del tiempo a sus orígenes o "raíces" espirituales. Estos sorprendentes viajes son una búsqueda interna profunda hacia su centro de la verdad.

La regresión a vidas pasadas y a etapas anteriores también es llamada hipnoregresión, viaje por el tiempo o exploración del alma. La meta es aprender más acerca de la mente interna y de la continuidad de la vida. La regresión es un enfoque científico y humanístico para entrar a áreas de la mente inexploradas anteriormente.

La creencia en vidas pasadas tiene siglos, sin embargo los métodos de exploración y corroboración de esta creencia son modernos. Muchos investigadores utilizan un proceso de mente despierta/cuerpo dormido llamado hipnosis. La hipnosis ayuda a llegar a impresiones en la memoria en los bancos de la memoria que se encuentran en lo mas profundo. La mente interna semeja una gran biblioteca donde todo el conocimiento esta guardado y disponible para usarse. Es tan vasto como la eternidad y sin embargo profundo y simple.    
Lo importante es sanar los recuerdos y vivencias, para que en la vida actual, puedas vivir mejor.
La regresión a etapas anteriores es un instrumento poderoso para traer claridad y una nueva comprensión a su vida actual.  Te permite reconocer y abrazar a tu ser eterno y te ayuda a quitar las mascaras que te has puesto a través del tiempo.
En el trabajo de regresión, podemos adaptar y aplicar lo que ya sabemos incorporando cualquier técnica o procedimiento de sanción o solución que ya hayamos usado en nuestra propia experiencia.
Esto se logra a través del dialogo consigo mismo para poder integrar a la persona de la vida pasada con la persona de la vida actual. Antes de terminar la sesión pregunte, "a la luz de estos nuevos descubrimientos, por favor diga en voz alta el mensaje de su ser de la vida pasada a su ser de la vida actual...  Ahora, ¿ qué mensaje le da la persona de la vida actual a su ser de esa vida pasada?“

Aplicaciones de la Terapia de Regresión



  La regresión a vidas pasadas es una herramienta comprobada para sanción y solución, no sólo por sus aplicaciones terapéuticas sino por sus beneficios para aprendizaje y crecimiento.  
Puedes obtener más comprensión del estudio de tu pasado para ayudarte a vivir un presente más adecuado y feliz en tanto que construye un mañana mejor.

La regresión a vidas pasadas nos ayuda a:

 1. Utilizar al máximo los recursos de tu mente. Hay mucho más inteligencia en tu interior de lo que realmente nos damos cuenta.

2. Modificar actitudes y patrones en el manejo de dinero. Tu preocupación o despreocupación con la riqueza o pobreza.

3. Deportes clamando destrezas y habilidades físicas para desarrollar incluso mayores capacidades.

4. Conexiones espirituales con su ser superior o con un poder superior.

5. Emocional la sabiduría de la memoria de su corazón.

6. Social revitalizando destrezas sociales, confianza o habilidades de liderazgo.

7. Relaciones. Sus interconexiones con otros individuos como son en la familia, amigos, seres queridos, almas gemelas (incluso las relaciones difíciles que pusieron a pruebas severas su paciencia.)

8. Talentos potenciales, activando tus destrezas y habilidades especiales (como música, baile, arte, o a narrar cuentos.)

9. Dirección en la vida-el origen, patrones y destino de tu única alma. Su evolución espiritual, desarrollo actual y potencial futuro.

10. Autoestima por medio de reconocer y comprender los variados aspectos del ser. Apreciación de sus logros y la sabiduría obtenida a través de esfuerzos (o incluso errores).

11. Transición. Revisando objetivamente sus experiencias de muerte se calma el miedo a la muerte y enseña la continuidad de la vida.

¿Como se realiza una regresión a vidas pasadas?

Es importante aclarar que la técnica y los distintos pasos que se describen a continuación, es algo generalizado, pero que puede variar (de hecho es así) de acuerdo a cada terapeuta y fundamentalmente de acuerdo a cada persona que esté realizando la regresión.

Paso 1: Reclinado sobre un sillón o diván, el terapeuta o guía consulta al paciente que desea indagar de sí mismo. Generalmente, la respuesta suele ser "simplemente me gustaría saber quién era antes". Se le ofrece entonces un menú de posibilidades. Es decir: diversos campos entre los que se pueda elegir. Como muestra, se cita la exploración de la relación en una vida con un familiar, el descubrir una vida en la que se potenció una determinada habilidad o el develar el origen de un miedo irracional.
Algunos facilitadores o terapeutas, prefieren que la primer sesión sea "libre", o sea que la regresión no sea "selectiva" y permitir que el o los guías de la persona que este regresionando sean en realidad los que conduzcan la primer regresión; o al menos la primer parte de la regresión.

Paso 2: Tras la elección de, por lo menos, dos campos de interés, el guía debe averiguar cómo se siente el paciente ante la idea de la hipnosis. La mayoría de las personas manifiestan temor ante la posibilidad de dejarse controlar por alguien. La primera tarea será, entonces, despejar temores y ayudar al sujeto a contemplar la regresión.

Paso 3: Se le explica que no perderá la conciencia como ocurre durante el sueño y que un sector de su mente (el subconsciente) queda atento y despierto frente a lo que sucede.

Paso 4: Comienza la inducción hipnótica. Se le sugiere al sujeto que cierre los ojos y concentre su estado en la respiración. Comenzará a tener una gradual circunscripción de los canales sensomotores y habrá una disminución en el ritmo de las ondas cerebrales (estado Alfa). Simultáneamente iniciarán su actividad áreas del sistema nervioso central que normalmente no son accesibles al sujeto en estado de vigilia.

Paso 5: Inmediatamente comenzarán a cobrar evidencia signos de su estado de profunda concentración. Se le pedirá al paciente que ponga en marcha su imaginación y sienta "que la relajación de sus párpados cerrados fluye hacia sus sienes como un líquido cálido", otros terapeutas prefieren utilizar la imagen de una "luz blanca aterciopelada". Su atención se irá dirigiendo lentamente hacia el esparcimiento del líquido o como la la luz inunda todo su cuerpo, que va relajando uno por uno los músculos del rostro y, progresivamente, los del todo el cuerpo. Esta fase dura aproximadamente diez minutos. Posteriormente deberá imaginar que se encuentra recostado en un lugar agradable y natural y que, utilizando los sentidos uno por uno, protagoniza la escena como si realmente estuviera allí. Esto le permitirá preparar fácilmente el ingreso a la regresión.

Paso 6: El paciente ya se encuentra en estado Alfa, un trance lo suficientemente profundo como para iniciar la regresión a vidas pasadas. No obstante, faltan aún dos pasos fundamentales. El guía establece un código digital con el inminente viajero, pidiéndole que piense en la palabra "sí", una y otra vez, advirtiendo que un dedo levantado querrá decir "sí", subconsciente mediante. Se establecerá otro dedo para el "no" y otro para el "no quiero responder". Luego se le preguntará a la mente interna si desea regresar a una existencia anterior.
Lo indicado en los últimos dos pasos, puede no ser necesario para algunos terapeutas y/o personas.

Paso 7: En ocasiones, el subconsciente indica que hay cierta resistencia a la regresión. El guía intentará "negociar" con el subconsciente del viajero ofreciéndole, por ejemplo, "contemplar todo lo que ocurra como si estuviera frente a una pantalla cinematográfica". De ser necesario, esa negociación incluirá el compromiso del guía de borrar toda circunstancia traumática que el viajero pudiera no resistir al despertar. Y si hay acuerdo, el guía contará hasta diez pidiéndole al paciente que retroceda en el tiempo y el espacio a través de un túnel. Al llegar a diez se encontrará en una temporalidad diferente, en otro lugar y en otro cuerpo, aunque seguirá siendo el mismo. Se le solicitará que las imágenes e impresiones sean claras y vívidas. Es común que el paciente comience a mover los ojos, hacer muecas y mirar con desconcierto, mientras comunica verbalmente lo que esta experimentando. Se le harán preguntas que contestará en el idioma de la vida actual para poder ser interpretado.

Paso 8: Tras avanzar hasta los hechos más significativos de la vida anterior, se lo guiará hasta la muerte, pasando al estado inmediatamente posterior a la experiencia mortal. En esta instancia se registra un desdoblamiento entre el cuerpo y la conciencia o energía. En general no produce angustia sino sensación de liviandad. En realidad, el dolor aparecerá solo si hay resistencia o excesivo temor hacia la muerte, y suele desaparecer frente al llanto que casi siempre sobreviene. Tal como sucede con las experiencias dolorosas, las personas soportan este trance de diferentes formas. La presencia del terapeuta o guía actúa en esta instancia como "cable tierra" material y tranquilizador. El viajero observa a conciencia el trauma y sabe que será posible dominarlo.

Paso 9: Tras recordar la vida que se deseaba observar (o reprotagonizar) y encontrar la experiencia causante de un determinado problema, se le pedirá al viajero que regrese al presente y a su estado actual, haciéndolo mencionar su nombre y dejándolo profundamente relajado. El guía contará hacia atrás desde el diez hasta el cero.

Paso 10: Una vez devuelto al presente, ambos comentarán la experiencia anterior. Es probable que el paciente agregue detalles interesantes, como la corrección de errores de interpretación y hasta mentiras que el subconsciente urdió cuando creía ser otro. 



FUENTES:
http://www.dios.com.ar/





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